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Tener buenos hábitos de sueño nos permite mantenernos saludables y con buen estado de ánimo. Por ello, y con el objetivo de ayudarte a obtener todos los beneficios de un buen sueño reparador, hemos creado la Calculadora de Sueño online. Con esta herramienta podrás conocer las horas a la que debes despertarte o ir a la cama para poder cubrir los ciclos de sueño que tu cuerpo necesita y así lograr un óptimo descanso.
La higiene del sueño influye en funciones metabólicas fundamentales como el sistema inmunológico, la salud del corazón y tu capacidad cognitiva. Utiliza la Calculadora de Sueño para establecer un horario de sueño óptimo basado en tu edad y en tu hora de ir a la cama o de levantarte.
¡Dulces sueños!
Cada noche al dormir, pasamos por diferentes etapas del sueño de forma cíclica. A estos patrones repetitivos y predecibles se les denomina ciclos de sueño.
Los ciclos de sueño se dividen esencialmente en dos tipos de sueño: el sueño de movimientos oculares rápidos (REM, por sus siglas en inglés) y el sueño no REM. Cada ciclo consta de varias etapas de sueño no REM, seguidas de una etapa de sueño REM.
Las etapas del sueño no REM se dividen en tres fases:
Fase 1: Es el inicio del sueño ligero, donde la transición entre la vigilia y el sueño es gradual. La actividad cerebral se reduce, pero aún puedes ser despertado fácilmente.
Fase 2: En esta fase, el sueño se vuelve más profundo, y es más difícil de despertar. Durante esta etapa, se producen patrones de actividad cerebral característicos conocidos como complejos K.
Fase 3: También llamada sueño de ondas lentas o sueño delta, es la fase más profunda del sueño no REM. En esta etapa, se producen las ondas cerebrales delta, y es la fase en la que resulta más difícil despertar a alguien.
Después de pasar por las fases del sueño no REM, entramos en el sueño REM, que es una etapa caracterizada por movimientos oculares rápidos, actividad cerebral similar a la vigilia y sueños vívidos.
Los ciclos de sueño suelen durar aproximadamente de 90 a 120 minutos. En las primeras horas de sueño, predominan las fases de sueño no REM más profundo, mientras que hacia la mañana, el sueño REM tiende a ser más largo y más frecuente. Estos ciclos de sueño son esenciales para un descanso y una recuperación óptimos, y su interrupción puede llevar a problemas de sueño y fatiga.
El tiempo de sueño necesario para un buen descanso varía de persona a persona. La forma en que duermen las personas y la cantidad que necesitan pueden variar ampliamente. El número de horas de sueño recomendado cambia según la edad de la persona.
Recuerda que puedes calcular las horas y ciclos de sueño recomendados con la ayuda de nuestra calculadora de sueño online.
En general, las cantidades de sueño recomendadas por edad son:
Edad | Horas de sueño | ||||||
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De 0 a 3 meses | Entre 14 y 17 horas | ||||||
De 4 a 12 meses | Entre 12 y 16 horas | ||||||
De 1 a 5 años | Entre 10 y 14 horas | ||||||
De 6 a 12 años | De 9 a 12 horas | ||||||
De 13 a 18 años | De 8 a 10 horas | ||||||
18 años o más | De 7 a 9 horas |
Quitar el sueño en clase o en la oficina puede ser un desafío, pero afortunadamente, existen estrategias efectivas que puedes aplicar para mantener tu energía y concentración en niveles óptimos. Aquí te compartimos algunos consejos útiles para mantenerte alerta y productivo.
1. Asegura un buen descanso nocturno: El primer paso para mantener la vigilia durante el día es asegurarte de que estás durmiendo lo suficiente durante la noche. Intenta mantener una rutina de sueño constante y evita las desveladas. Dormir entre 7 y 9 horas por noche es esencial para mantener la alerta durante el día.
2. Mantén una dieta equilibrada: La comida puede tener un gran impacto en tu nivel de energía. Opta por comidas balanceadas y evita los excesos de azúcar y carbohidratos simples, ya que pueden causar fluctuaciones en el azúcar en sangre que te hagan sentir más somnoliento. En su lugar, incluye alimentos ricos en proteínas, grasas saludables y carbohidratos complejos.
3. Hidratación adecuada: La deshidratación puede contribuir a la fatiga y la somnolencia. Asegúrate de beber suficiente agua durante el día. Mantén una botella de agua a tu alcance para recordarte mantener una hidratación adecuada.
4. Movimiento y estiramientos: Si te sientes somnoliento en clase o en la oficina, toma pequeños descansos para moverte y estirarte. Realizar estiramientos suaves o dar un breve paseo puede aumentar la circulación sanguínea y ayudarte a sentirte más despierto.
5. Mantén la luz brillante: La luz brillante puede ayudar a mantener tus niveles de alerta. Si es posible, trabaja o estudia en áreas bien iluminadas. La luz natural es la mejor opción, pero las lámparas de luz blanca también pueden ser efectivas.
6. Toma pequeños descansos: Divide tu tiempo de trabajo o estudio en segmentos más cortos y toma pequeños descansos entre ellos. Esto puede ayudar a evitar la fatiga mental y a mantener tu concentración.
7. Evita la cafeína en exceso: Aunque la cafeína puede ayudarte a mantener la alerta, el consumo excesivo puede tener efectos negativos, como nerviosismo y problemas para dormir por la noche. Consume cafeína con moderación y evita tomarla tarde en el día.
8. Respira profundamente: La respiración profunda y consciente puede aumentar tu nivel de oxígeno y ayudarte a sentirte más despierto. Toma unos minutos para practicar la respiración abdominal profunda cuando te sientas somnoliento.
9. Organiza tu entorno de trabajo: Un espacio de trabajo limpio y organizado puede ayudar a mantener la concentración. Elimina distracciones innecesarias y asegúrate de que tu lugar de trabajo esté ordenado y listo para ser productivo.
10. Establece metas y objetivos: Tener metas claras y objetivos definidos puede motivarte a mantenerte enfocado y alerta. Divide tus tareas en pasos más pequeños y marca tu progreso a medida que avanzas.
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