Evalúa la disfunción orgánica y estima el riesgo de mortalidad en pacientes críticos.
La Escala de SOFA (Sequential Organ Failure Assessment) es, básicamente, una herramienta que permite medir qué tan bien están funcionando los órganos de alguien que está muy enfermo. Se usa mucho en la UCI y en casos donde la salud puede empeorar rápido. Piensa en ella como un tablero de control: cada luz indica si un órgano está trabajando bien o si necesita atención urgente.
Imagina que el cuerpo es como una orquesta. Si todos los instrumentos están afinados, la música suena bien. Pero si uno empieza a desafinar… y luego otro… la melodía se rompe. La Escala de SOFA sirve para medir cuántos “instrumentos” (órganos) están en problemas y qué tan grave es la situación.
Se fijan en seis sistemas del cuerpo:
Cada uno recibe una nota de 0 a 4. Cero es “todo bien” y cuatro es “muy grave”. Luego suman todo. El puntaje total puede ir de 0 a 24.
No hay que ser médico para entenderlo:
En casos de sepsis (una infección grave), si la puntuación sube 2 o más puntos respecto a la inicial, la alerta es máxima.
Ahí entra el qSOFA, que es como la versión rápida. Solo revisa tres cosas:
Si salen 2 o más, hay que hacer la escala completa.
Claro. No es una bola de cristal. Hay que considerar la edad, enfermedades previas y el contexto. Además, necesita datos de laboratorio y equipos que no siempre están disponibles.